Eligen construir sus casas en contenedores de barcos
En Viedma esta tendencia es opción para algunos. Sostienen que el sistema suma rapidez en la construcción que se puede innovar en cuanto a diseño y que son más económicas. Tony Petrocelli fue una célebre serie televisiva norteamericana de la década del ‘70 en la que un abogado había elegido pasar su vida ocupando una casilla rodante con su familia. Y en Viedma, hay similitudes. Con una ligera diferencia arquitectónica hay personas que eligen hacer sus casas con contenedores de barcos. El interés por el uso de esos voluminosos depósitos náuticos como espacios de vida comenzó en Viedma con Gastón Renda, un arquitecto pionero que buscó una mayor eficiencia en los tiempos de armado y desarme para los obradores que realizaba en cada contrato constructivo que le aparecía. Fue así que primero equipó uno con oficina y depósito y luego lo trasladó por varios obradores. Ese modelo, mostró la fidelidad de los materiales y 10 años después sigue cumpliendo su función en las obras que toma. Luego decidieron instalar uno de esos módulos en el vestuario de un club. La idea era que sirvan para ese fin, de manera temporaria, ya que en un futuro se planteaba la construcción de los vestuarios definitivos abajo de una tribuna. Este verdadero vagón, denominado HC 40’ todavía alberga los vestuarios de árbitros, local y visitante, y por los buenos resultados, en el futuro será relocalizado dentro del mismo predio del club, lo que lo convierte -según quienes defiende la iniciativa- en una inversión muy razonable y conveniente. Desarrollando cada vez más el sistema se presentó la posibilidad de realizar la primera casa en Viedma. Para ello, se emplearon dos containers en la construcción de la casa de la familia Sánchez, de 95 metros cuadrados, y que se habilitó en diciembre de 2017.